La mortalidad por abortos clandestinos es una de las principales causas de muerte materna en muchos países, y aunque en la última década ha habido avances importantes en la discusión sobre los derechos reproductivos, el estigma sigue siendo uno de los factores más complejos y dañinos en la prevención de estas muertes. En este blog, te contamos cómo el estigma en torno al aborto afecta directamente la salud y el bienestar de las mujeres, especialmente cuando se realizan procedimientos clandestinos e inseguros.
Abortos Clandestinos: ¿Qué Son y Por Qué Son Peligrosos?
Un aborto clandestino es un procedimiento de interrupción del embarazo que se realiza en condiciones no reguladas, es decir sin la supervisión de profesionales de la salud, y en muchos casos, de manera ilegal. Estos procedimientos son peligrosos porque, al no estar supervisados por un equipo médico capacitado, aumentan considerablemente el riesgo de complicaciones graves, como infecciones, hemorragias, daño a los órganos reproductivos e incluso la muerte.
Lamentablemente aún hay países donde el aborto sigue siendo ilegal o severamente restringido, por lo que muchas mujeres o personas gestantes recurren a métodos inseguros, a menudo guiadas por la desesperación y la falta de opciones o acompañamiento necesario, la mayoría de estas mujeres o personas gestantes se encuentran con condiciones antihigiénicas, y les realizan procesos utilizando instrumentos no esterilizados o mediante métodos no aprobados médicamente, lo que incrementa los riesgos de mortalidad.
El Estigma
Uno de los mayores desafíos para reducir las muertes por abortos inseguros es el estigma que rodea al aborto. Este estigma se manifiesta en diversas formas, como el juicio social, la discriminación y la falta de acceso a información adecuada. En muchos contextos culturales, religiosas y políticos, el aborto es visto como un tabú, lo que lleva a las mujeres o personas gestantes a sentir vergüenza y miedo por tomar una decisión sobre su salud reproductiva
Este estigma tiene varios efectos como
1. Desinformación: La falta de educación y de información precisa sobre opciones seguras para abortar impide que las mujeres tomen decisiones informadas. Muchas desconocen los procedimientos legales y seguros que podrían estar disponibles en su país o región.
2. Acceso limitado a servicios de salud: El estigma también se refleja en los profesionales de la salud ya que se niegan a proporcionar atención adecuada a las mujeres que buscan abortos, ya sea por prejuicios personales o por temor a represalias legales. Esto obliga a las mujeres o personas en gestación a recurrir a métodos clandestinos.
3. Aislamiento social: Las mujeres o personas en gestación que recurren al aborto clandestino a menudo lo hacen en secreto, temerosxs de ser juzgadxs por su entorno.
La Realidad de la Mortalidad por Abortos Clandestinos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 25 millones de abortos inseguros ocurren cada año en todo el mundo, y la mayoría de ellos están relacionados con el estigma y la criminalización del aborto. En los países con leyes restrictivas, las tasas de mortalidad por abortos clandestinos son mucho más altas a comparación con los países donde el aborto es legal y seguro.
El estigma en torno al aborto no solo pone en riesgo la vida de las mujeres y personas gestantes, sino que hace más notoria la desigualdad de género.
Es fundamental que la sociedad reconozca el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos sin miedo a ser juzgadas ni criminalizadas.
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